A todos nos gustaría ahorrar lo máximo posible cuando nos referimos al gasto de energía o de combustible. Nos parecerá algo difícil, pero basta con cambiar algunos hábitos que se encuentran en nuestro día a día.
En casa:
- Utilizar luces de bajo consumo: Sobre todo en zonas donde las luces están mucho tiempo encendidas.
- Asegurarse de que el aislamiento de la casa es el adecuado: Si no tenemos un buen aislamiento, la energía se escapa por las ventanas y por las puertas. Un aislamiento adecuado puede producir un ahorro energético de hasta el 30%.
- Descongelar el congelador periódicamente: Cuando las paredes de tu congelador se llenan de escarcha, el motor necesita trabajar más y puede llegar a consumir hasta un 20% más de energía.
- Apagar las luces al salir de las habitaciones: Suena a tontería, pero se estima que en el gasto de iluminación de una casa esto representa el 20% de la energía consumida.
- Comprar electrodomésticos con buena calificación energética: Siempre hay que elegir electrodomésticos que nos ayuden a ahorrar con el paso del tiempo. La calificación más baja es la D; la más alta la A+++.
- Apagar el ordenador mientras no se esté usando: Aunque dejemos el ordenador “hibernando” o “suspendido”, también está consumiendo energía. Si no vas a darle uso en un periodo de tiempo, lo mejor que puedes hacer es apagarlo. Tu factura de la luz te lo agradecerá.
En el coche:
- Apaga el motor cuando te encuentres parado: Si te encuentras en una retención, por ejemplo, y vas a estar parado más de 1 minuto aproximadamente, lo mejor que puedes hacer para ahorrar en el consumo de tu coche es apagar el motor.
- No des frenazos ni acelerones: Conduciendo a una velocidad estable conseguirás ahorrar hasta un 15% aproximadamente de combustible.
- No enciendas el climatizador a menos que sea necesario: Mientras está funcionando tu coche estará consumiendo un 25% más de lo normal. En cambio, ir con las ventanillas abiertas solo consume un 5% más.
- Coge el coche solo si es necesario: Lo que nosotros te recomendamos es que uses el transporte público para largas distancias y para cortas distancias que vayas andando o en bicicleta. Evita coger el coche siempre que puedas.