El aire acondicionado del coche en verano se ha convertido en un componente fundamental para la comodidad de los viajes y para la seguridad.
Según varios estudios cuando el interior del coche se encuentra a una temperatura mayor de 30 °C la posibilidad de cometer un error en la conducción aumenta un 20%, por lo que escoger adecuadamente la temperatura del coche es un aspecto fundamental.
Al emprender el viaje debemos bajar las ventanillas para ventilar el coche y encender el ventilador a bajas revoluciones durante unos 5 minutos. Al principio el aire saldrá algo caliente, pero en cuanto notemos que refresca podremos aumentar la velocidad del ventilador hasta conseguir la temperatura ideal. Debemos conseguir que la temperatura deseada se mantenga con la menor velocidad del ventilador posible.
La temperatura ideal se encuentra entre los 22 y los 24 °C. La temperatura dependerá del número de ocupantes y de la percepción térmica de cada uno de ellos. Este rango temperaturas nos permitirá sentirnos cómodos y evitar resfriados por los cambios bruscos de temperatura entre el exterior y el interior del coche.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que el aire no debe dirigirse hacia las personas, especialmente el rostro o el cuello. Lo ideal es redirigir las rejillas hacia arriba ya que el aire frio pesa más que el caliente. Las rejillas laterales pueden dirigirse hacia las ventanillas para minimizar la temperatura alcanzada por los cristales cuando les da el sol.
También debemos tener en cuenta la humedad, ya que lo ideal es que se encuentre entre un 40 y un 70%.
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