Cuando hacemos un viaje en coche, todos buscamos lo mismo, seguridad, comodidad y poder ahorrar el máximo combustible posible.
A la hora de ahorrar combustible, somos muchos los que nos preguntamos de qué forma consumiremos menos combustible, si abriendo las ventanillas o poniendo el aire acondicionado.
Es necesario saber que para que funcione el aire acondicionado el motor de nuestro coche necesita hacer un esfuerzo superior, el necesario para hacer funcionar un compresor, y este esfuerzo se traduce en un mayor consumo de combustible.
Poner el aire acondicionado supone una media del 6% más de combustible en nuestro viaje, siempre que mantengamos una temperatura estable entre los 20 y los 23 grados. Fuera de ese intervalo de temperatura, el consumo sería mucho mayor.
A pesar de ese consumo, viajar con el aire acondicionado puesto hace que vayamos con un mayor nivel de confort, lo que se traduce también en una mayor seguridad. Un estudio estima que un conductor que conduzca con una temperatura de unos 35ºC tiene unos reflejos similares a los que tendría tras haberse tomado un par de cervezas.
Entonces, ¿bajar las ventanillas consume menos?
En parte sí, pero solo cuando circulamos por debajo de los 70 km/h. Esto se debe a que cuando vamos con las ventanillas abiertas la resistencia al aire de nuestro coche hace que consumamos más energía. Nuestro coche es más aerodinámico con las ventanillas cerradas que con las ventanillas abiertas. Cuando superamos los 70 km/h, el aumento de consumo puede ser igual o un poco inferior al de llevar el aire acondicionado puesto.
Pero entonces, ¿en qué quedamos?
Pues teniendo en cuenta que hay muchos factores que influyen como la velocidad a la que circulamos, la eficiencia aerodinámica de nuestro coche, el tamaño del habitáculo… nuestra recomendación es que cuando vayas por debajo de 70 km/h abras las ventanillas y que, a altas velocidades, hagas un uso moderado del sistema de climatización de tu vehículo.